Por Miguel Ángel Estépar González)
19 de Octubre de 2009
El pasado sábado , día 17 de octubre, en el centro de Madrid se manifestaba un millón y medio de ciudadanos para hacer oír su voz contra el crimen del aborto y sus leyes BIBIANAS que van contra la razón, la vida y la moral.
No han sido suficientes los clamores de ciudadanos libres, para hacer que el Gobierno de España se plantee reconsiderar sobre esta Ley. Hipócritas e intolerantes, maquillaron las cifras y secuestraron a Europa Press para que publicara la gran mentira de que a la manifestación acudieron la ridícula cifra de 65.000 personas. Hay que estar ciegos para decir semejante memez, cuando la realidad fue que el centro de Madrid estaba atiborrado de personas que clamaban por el respeto a la vida y la comprensión con las mujeres que tienen que sufrir la situación penosa de tener un hijo no deseado, y que de ahora en adelante lo puedan hacer sin necesidad del consentimiento de sus padres aunque sean menores de edad. ¡Qué triste soledad para una adolescente!.
Por mas esperanza, luz y alegría que intentemos poner en el día a día que nos toca vivir, es difícil conseguirlo. Pero el sábado, en la manifestación , se manifestó la alegría de ver a niños en hombros de sus padres y en el vientre de sus madres, que seguro saltaban de felicidad de sentirse queridos y aceptados por sus progenitores. En esta manifestación no estaban los titiriteros, ni los defensores del "NO" a la guerra, ni los sindicatos estómagos agradecidos, ni muchos de los que sin saber ni "pa" culpan a la Iglesia Católica de males que no genera, cuando por el contrario, predica la paz, el amor, el perdón y la comprensión. En esta manifestación estaban los que aman la vida, y desean una España en paz y democrática de verdad.
A todos los que visitáis este blog, os invito a que participeis dando vuesta opinión, es una forma de comunicarnos e intercambiar opiniones que vienen bien.
Feliz día amigos.
Pienso y opino sinceramente que en la vida hay que poner un poco de aire fresco y mucha esperanza. Es cierto que hoy día, gran parte de la sociedad está corrupta por la ambición y el deseo de poder; pero todo esto, llegará otro tiempo que cambiará. La humanidad ha sufrido a través de la Historia muchos descalabros y ha salido adelante. Los "personagillos" que no gobiernan como lo hace Sabater (Zapatero), pasarán y vendrán otros amaneceres mejores. Sabater, no es eterno.
ResponderEliminarUna persona creyente, como tú eres y lo soy yo, no podemos dejarnos dominar por el total desencanto y desesperanza. Dios es el Señor de la Historia y El nos ayudará a solucionar tantos problemas como padecemos, pero la Gloria de la Resurrección de Jesucristo llena el vacío que esta sociedad quiere imponernos. Por eso, opino que no todo está perdido, que hay posibilidad de dejar la puerta abierta para que entre el "aire fresco de la esperanza".
De acuerdo plenamente y sin restricción alguna, que tu Blog es magistral, sus contenidos brutalmente realistas y rebosantes de la verdad que vivimos dolorosa y angustiante; pero sería bueno, insisto, que incluyeras algunos temas de contenido para personas con esperanza en unf uturo mejor.
Un lección magistral para tener en cuenta, no cabe la menor duda de que si dejo el pesimismo y publico otros temas de interés que contengan matices de alegría, todos os beneficiareis de ellos, prometo rectificar; sin aflojar, por supuesto, el gatillo de la crítica pura y dura cuando la ocasión lo merezca.
ResponderEliminarEmpecemos por aleccionarnos a nosotros mismos, sintonicemos en el dial de nuestros receptores de radio y televisión, emisoras que emitan música, noticias y programas que sirvan para alimentar la esperanza y reforzar nuestra alegría.
Cuando salgo de trabajar a las 7 de la mañana, voy paseando desde el centro de trabajo a mi casa por un bonito parque, en mis oídos se confunden las melodías de un emisora que transmite paz, el trinar de los pájaros que revolotean vivos y despiertos saludando al nuevo día y el sonido angelical de la campanita del convento de las Madres Carmelitas de Pozuelo. En esos instantes respiro hondo, miro al cielo y doy gracias a Dios por el día que comienza. Esto me sirve para cargar las pilas para el resto del día y tratar de ser positivo, a pesar de que el ambiente se enrarece cuando los hombres comienzan a pulular por las calles bulliciosas de este Madrid sin identidad.